Los conejos son animales que se encuentran casi
constantemente royendo cualquier cosa heno, hierba, pienso.. Esto es debido a
que sus dientes están en continuo crecimiento y por lo tanto deben
desgastarlos.
Esto sucede porque a diferencia de lo que pasa en la mayor
parte de los seres vivos, sus dientes son de raíz abierta, lo que significa que
crecen durante toda su vida siendo la media de crecimiento de 2 a 3 mm por
semana
La dentadura de los conejos está compuesta por seis
incisivos, los inferiores, superiores y posteriores, seis premolares y seis
molares. Entre los incisivos que vemos al comienzo de la boca y las restantes
piezas hay un espacio denominado diastema.
Por esta razón, los conejos siempre deben tener presente algún
elemento que puedan morder, heno, ramitas, troncos, piedras de sal… si esto no se da, nuestro
conejo podrá sufrir de Maloclusión que se trata de una mordida mal posicionada que
le provoca que se alimente de forma incorrecta pudiendo causarle incluso la
muerte.
Para poder evitar este tipo de enfermedades es recomendable
que cada vez que acudimos al veterinario para vacunarles o para realizar una revisión
rutinaria miremos bien los dientes para intentar anticipar cualquier anomalía que
pueda suceder en la dentadura de nuestra mascota.
Aun siguiendo estos consejos podría darse el caso de que el
conejo padezca de sobre crecimiento dental y sufra sus consecuencias. No
siempre se puede prever y en las consultas preventivas y periódicas a lo mejor
no se detecta.
Algunos de estos síntomas son el exceso de salivación, la
inapetencia, pelaje carente de brillo y fortaleza, lagrimeo producto del dolor,
ojos alterados o saltones, rechineo continuo de sus dientes, exceso de
mucosidad en la nariz, e irregularidad en la cantidad y composición de sus
deposiciones.
Estos síntomas no son únicamente debidos al sobre
crecimiento dental por lo que si percibimos alguno de ellos en nuestro conejito
deberemos acudir al veterinario con la mayor brevedad posible.
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